Nocturna y alborada, una cautivadora inmersión en la esencia nocturna a través de imágenes fijas y videos; esto es lo que ofrece uno de los cortometrajes seleccionados para la competencia MADE IN COSTA RICA, dirigido por el director Gabriel Cubero, quien ante todo pronóstico ha hecho lo imposible para empezar a transformar sus sueños en realidad.

Gabriel, cuéntame, ¿a qué te dedicas, cómo surgió la idea de crear este cortometraje?

Imaginación, intenté estudiar cine hace un año, pero no terminé, me gustaría muchísimo ser director de cine, es mi mayor sueño.

¿Cómo nació ese amor y pasión que tienes por la producción y el cine?

Cuando era niño, las películas siempre me han gustado, pero era cuando no tenía nada que hacer y me quedaba hasta altas horas de la noche viendo películas, pero casi nunca iba al cine, porque no había tanto medio para hacerlo, era muy fan de las típicas películas, “El Señor de los Anillos, Star Wars, El Padrino”, pero fue hasta mis 14-15 años, cuando empecé a pasar todo el día viendo películas.

Fue cuando me regalaron una pantalla que puse en mi cuarto, cuando inicié en querer hacer cine, me acuerdo las primeras que busqué al querer hacer o ver cine de arte, de hecho una de las primeras que vi fue una bastante fuerte para el cortometraje, que es “La Jetee”, de Chris Marker, y “Festen”,  “La celebración” de Vinterbeg, esta fue la que me marcó para hacer cine.

Cuéntanos sobre tu cortometraje, ¿cuál es su historia?

Es algo bastante difícil de hablar, porque el cortometraje no fue que me nació y un día dije “Voy a hacerlo”, sino es un proceso, con fotos, y ni siquiera fue que yo decidí tomarlas para el corto, sino que muchos momentos son de mi mamá y mi hermana por ahí y les tomaba foto, o a mi abuela y mi tía, ellas son los personajes de todo el corto.

Me venía de repente la inspiración, tomaba la foto y quedaba un tiempo ahí.

Y, ¿cómo lograste decidir qué querías hacer cortometraje esto que me cuentas?

Mientras estaba haciéndolo, estaba leyendo sobre religiones mistéricas, no sé si hay algo de esto en el corto, pero si hay algo místico, oculto, que me gusta bastante y me llamó la atención. 

¿Las religiones mistéricas fueron tu inspiración para realizar el cortometraje o hubo algo más?

Me gusta la dimensión filosófica de las cosas, yo fui estudiante de filosofía, me interesa mucho, de hecho en el corto viene una parte medio filosófica con letras. Y al mismo tiempo la condición humana, es lo que a mí más me interesa, y ser honesto.

¿Fue fácil para usted transformar cada imagen que tenía, de diferentes momentos, como me dijiste, en la historia de un cortometraje, o tuviste dificultades?

Tenía mucho miedo con este cortometraje, porque lo terminé el mismo día que había que mandarlo, me quedé dormido, me desperté, lo terminé de montar, me fui en carrera para el trabajo, intenté subirlo mientras iba en el bus, pero el internet falló, todo el día estuve nervioso de que no lo iba a lograr, después del trabajo a las 10:30 pm, llegué a mi casa y lo subí, por dicha el internet estaba rápido y sí se subió.

Por lo que me vienes contando, no tenías el formato completamente claro, ¿qué fue lo que te motivó a querer participar en el Festival shnit?

Un día estaba en Instagram y vi que habían extendido el tiempo para mandar el cortometraje, y yo quería enviar uno el año pasado pero no estuvo listo a tiempo, entonces intenté algo. Me iba a sentar en un sillón que tengo en la casa, toda la noche, como si fuese un místico, pues a montar el corto.

¿Es la segunda vez que participas en el Festival shnit?

El año pasado lo intenté, y este año cuando vi que había abierto más la convocatoria me puse a pensar que el primer cortometraje que intenté hacer tenía 17 años y con 17 podía intentar ser una joven promesa. Ya no tengo 17, tengo 21, entonces tenía que ponerme un poco más serio.

A mi me gusta mucho este festival porque es un festival internacional, más o menos grande, que tiene gran visibilidad a nivel global, y me parece que sea maravilloso que sea gratis. Muchos festivales de este nivel y son al menos $50 dólares mandar su cortometraje y no te garantiza que vas a entrar y si no entra igual no le devuelven la plata.

Me encanta la idea detrás del festival, lo amo y veo esto como una plataforma para lanzarse en el mundo del cine, y encontrar a otra gente que también le guste que quiera colaborar conmigo o incluso oportunidades laborales. Soy fan del shnit.

Con lo peculiar de tu cortometraje y la historia detrás, ¿buscas generar alguna emoción en los espectadores que lleguen a verlo?

Gran parte de esta experiencia humana es que yo tengo mi propia con el corto, es lo que es para mí, pero precisamente no incurre en ningún simbolismo raro o cosas así porque no quiero imponer sentido en las otras personas, quiero que cada persona se lleve lo que tenga que llevarse del cortometraje.

Y personalmente, ¿te llevas algún sentimiento o experiencia especial?

Mi vida en general es mucha angustia, y el hacer este tipo de cortometrajes es una forma de sublimarla. Me llevo el sentimiento de liberación que sentí cuando lo terminé y me gustó.