Alejo Perera nos transporta a una realidad inesperada, surrealista y en una profunda búsqueda de conexión con lo eterno, en un mundo donde lo terrenal ha sido arrancado, tejiendo una narrativa única y cautivadora, con su cortometraje “The Nature of an Eternal Body”, seleccionado para la competencia MADE IN COSTA RICA.
Alejo, cuéntame, ¿cómo te adentraste en el mundo de la producción cinematográfica y qué te inspira en tu trabajo actual?
Me dedico a esto un poco, más que todo a la producción audiovisual, trabajo editando, grabando en diversos ambientes, en Estados Unidos donde yo vivo, llevo 5 años aquí, pero mi transcurso empezó en Costa Rica trabajando en varias producciones.
¿Cómo fue tu comienzo en Costa Rica?
Desde cero, el primer cortometraje que escribí fue mucho de hacerlo con amigos, así fue el siguiente y después en varias ocasiones trabajé en largometrajes eso se dio por contactos.
El cine creo que se va un poco atrás, cuando era adolescente, me jalaba muchas tortas, en la escuela me costaba estar interesado en los temas, eso me ocasiona broncas un poco, y ya adolescente me empezó a interesar mucho el cine americano, y después en un momento, solo me preguntaba cuál sería mi camino, y ahí empecé a sentir que mi llamado era más por el lado del arte.
¿Actualmente te dedicas solamente al cine?
Sí, también escribo, me han publicado algunas cosas. Me gustaría que eso arranque más, por ahora trato de trabajar en ensayos cuando tengo tiempo.
¿Coméntanos acerca del proyecto cinematográfico que presentaste?
La historia trata de una joven que una noche un ladrón invadió su casa y le robó su voz. Ese es el suceso principal de la historia, y ya después el personaje Lia se queda muda y le toca enfrentarse a esta nueva prueba inesperada y surreal, donde tiene que aprender a comunicarse, ya no con una voz verbal, sino con una voz espiritual.
¿Hubo una fuente de inspiración qué te haya impulsado a llevar a cabo este proyecto?
Sí varias cosas y formatos, tanto música, historia y escritura. Pero la inspiración principal viene de un escrito hebreo antiguo de un salmo, en el que el salmista está pasando por una etapa de dolor, algo interesante de ese poema es que el escritor le habla a su alma, como si fuera una persona. Entonces hay varios instantes en el corto, donde agarro muchas cosas de ahí.
Tuvimos la oportunidad de grabar el corto en 16mm, en un formato análogo que yo nunca había trabajado, por lo complejo que es de acceder, porque ya nadie sigue produciendo esas cámaras. Lo principal fue adaptar la idea al formato mismo, el cual inspiró el estilo que tuvimos para el proyecto.
También artes plásticas, ya que nos inspiramos de una pintora costarricense, de hecho en el corto hay un frame donde intentamos recrear.
Y ya que mencionas que te dedicas solamente al cine, ¿cuáles son los elementos esenciales que siempre incorporas en tus producciones?"
Yo tiendo a ser muy enfocado en lo visual, en dónde se coloca la cámara y todo lo que está capturando, no es el único aspecto, pero hasta cuando veo películas, a lo que más le estoy poniendo atención es a la posición de la cámara.
También, que sea algo honesto conmigo mismo, que sea algo que quiera ver, todo esto ha sido un proceso de aprendizaje.
¿Esperas transmitir algún mensaje con tu cortometraje a la hora de ser proyectado?
Lo que ellos consideren, lo que los haya movido. Para mí, cuando uno lo comparte ya es de ellos, yo tengo mi propio criterio, pero no considero importante imponerlo a la gente, más bien me alegra escuchar las perspectivas de las personas.
¿Qué te motivó a seleccionar el Festival shnit como plataforma para presentar tu cortometraje?
No lo tenía planeado, y pues mi cortometraje no fue hecho en Costa Rica, el único tico era yo, pero vi un día que podía estar en la categoría de MADE IN COSTA RICA, hecho por directores ticos, eso y más que no había costo.
Además, nunca había tenido oportunidad de proyectar mi trabajo en el país, así que me atrae mucho y compartir esto con la gente de mi país y cada excusa que tenga para volver la voy a tomar.
Y el shnit, solo fui un par de veces, pero siempre ha sido un evento bien organizado y creo que ha generado mucho interés.
Alejo, y ¿ves tu participación en el Festival shnit como una oportunidad de crecimiento y contribución en tu desarrollo?
Sí, cada oportunidad es una bendición y estoy agradecido que lo hayan considerado, ya que para mí es como un gane. Después de esto ojalá poder conocer compañeros que hagan cosas parecidas y generar amistades, conexiones.
Supongo que también la experiencia, trataré de estar ahí, de compartir el proyecto en el cine Magaly, que es la sala más icónica del país.
Para finalizar, ¿estás conforme con tu proyecto, o emocionalmente satisfecho con sus resultados?
Me ayudó a discernir como se ve la resiliencia, porque fue un proyecto larguísimo, de más de dos años, desde ideas, a escribir poco a poco, conseguir la gente, todo desde cero. Porque para cargar con ideas hay que ser muy resiliente.