Entrevista con Carlos Aguilar

Estás a punto de conocer un poco más sobre la trayectoria de Carlos Aguilar en el mundo del sonido y la producción. Ha estado involucrado en esta industria durante más de dos décadas, su viaje comenzó en el ámbito de la producción musical. Rápidamente, se adentra en la posproducción, donde trabajó durante más de 10 años en una productora, enfocándose en la creación de comerciales y música para anuncios televisivos.

Después de esa experiencia, decidió tomar un camino independiente y fundó su propia empresa, llamada "La Cabina", donde continuó trabajando en posproducción y otras áreas relacionadas. Fue en este punto cuando tomó la decisión de adentrarse en el mundo del cine, un deseo que había tenido desde hace tiempo.

A medida que crecieron, decidieron cambiar el nombre de la empresa, "La Cabina", a "A Tropics Company", con el objetivo de expandir sus horizontes y exportar su talento. Con "A Tropics Company", han tenido la oportunidad de colaborar con destacados directores locales y talento internacional.  Uno de los proyectos más recientes está próximo a salir a la luz, se encargaron del diseño sonoro y la música de un videojuego importante. Han trabajado arduamente por más de un año y están muy emocionados por ver el fruto de su esfuerzo.

Le quería preguntar en primer lugar, qué significa para usted ser parte de este Festival shnit como juez de la competencia MADE IN COSTA RICA

El festival y nosotros tenemos una relación muy cercana desde hace muchísimos años. Hemos participado en la creación de contenidos, de comerciales y otras cosas ya como por cuatro o cinco años. Para mí es un honor, en realidad. Les voy a ser muy transparente, probablemente existan mejores personas que yo para opinar al respecto de las películas que hacen otros. Pero para mí es un gran gran honor porque siento que me incluye en un gremio en el que tenemos años de estar trabajando. Y más allá de lo que pueda yo opinar o no, siento que el ser considerado para darle un criterio a diferentes trabajos de tanta gente, con lo que uno sabe que cuesta hacer esos proyectos; que son horas de horas de trabajo, de filmación, de postproducción… Que lo consideren a uno y que consideren que nuestro criterio sea de valor en ese proceso es realmente un honor. Me siento muy feliz y contento, porque como te digo, tenemos una relación con el festival de mucho tiempo y muy cercana.

Y además siento que si algo me ha probado este año es el valor del cortometraje. Este último año hemos hecho entre 7 u 8 cortos. Es un proceso súper valioso que yo creo que debería fomentarse más, trabajar en corto, porque permite desarrollar habilidades que normalmente no ejecutamos, para que cuando llegamos a enfrentarnos a un largo estamos mejor preparados para ese proceso. Entonces, siento que el cortometraje es un lenguaje bastante importante, creo que es una forma de mantener el cerebro en modo cine, en modo filmación. Y es sumamente creativo porque tenemos un espacio más reducido que nos permite ser bastante creativos y ser más ejecutivos, trabajar más ágilmente, contar historias y de la misma manera poder ejercer ese músculo cinematográfico grupal. Y siento que eso es de muchísimo valor.

Puedo decir que los últimos 2 años que hemos estado haciendo bastantes cortometrajes nuestro acercamiento al cine, o cómo nosotros llegamos desarrollar la postproducción para cine, ha mejorado abismalmente.

Estoy muy de acuerdo con esta importancia del cortometraje que menciona, es necesario fomentarlo. Entonces me gustaría saber su opinión sobre este lenguaje del cortometraje desde Costa Rica.

Justo ayer estaba conversando con colegas del área de música específicamente, donde ellos hablaban de que nuestros festivales de música y nuestras premiaciones de música, lamentablemente son curadas por gente muy local. Por ende no tenemos una herramienta de crecimiento. Hago el paralelismo porque creo que es algo que tiene que pasar a nivel de cortometrajes. Yo creo que el cortometraje debe formar una voz

Ahorita no es el caso con todos, que salgan tanto a moverse en festivales, nos limita en ese sentido. En el sentido de que crear una voz, crear un lenguaje que yo pueda decir “OK, así se ve cine japonés, así se ve el cine americano, así se ve el cine europeo, no tenemos esa identidad en Costa Rica. Siento que sí estamos dentro de ese lenguaje del cine centroamericano pero aún dentro de ese rango, todavía no tenemos un lenguaje tan definido. Y es una gran oportunidad para poder decidir hacia dónde queremos ir como cine. La prueba de que cosas de este tipo se pueden ejecutar es el café nacional, porque ya existen potencias generadoras de café y nosotros no somos una de ellas. Sin embargo, Costa Rica ha sabido posicionarse en la industria, porque somos reconocidos por la alta calidad del poquito café que producimos. Nuestro cine debería aspirar a ese rango. Y aún más con el cortometraje porque, insisto, es un ejercicio que nos permite acercarnos a esa voz e irla construyendo. 

¿Qué recomendaciones tendría para las personas que quieren definir ese lenguaje, esa voz?

Partiendo del hecho de que esta es mi visión subjetiva, yo creo que lo que le falta es riesgo e identidad. Es decir, nos hace falta tomar riesgos y reforzar dónde está nuestro diferencial, ¿qué es lo que hace a los costarricenses diferentes del mundo? Y hacer que eso se plasme en nuestro cine. Deberíamos enfocarnos en nuestras diferencias, en nuestras fortalezas y llevar eso a un cine un poco más arriesgado.

¿Tendrías algún otro consejo para los jóvenes cineastas que están comenzando a hacer cine? En el área de sonido o en términos generales. 

Es muy difícil dar un consejo cuando el contexto en el que uno se desarrolló es muy ajeno al contexto con el que están lidiando actualmente. Es decir, cuando yo empecé trabajamos con consolas analógicas, era lo que había y punto. Hoy en día es al revés, la gente no tiene ni la menor idea de donde nacen las cosas y ya las están manipulando. Las herramientas pueden manipularse de manera muy simplificada. Sin embargo, yo considero que es muy importante trabajar con lo mínimo. Entonces, si yo tuviera que darles un consejo sería: no usen todo lo que está en el mercado, no tienen porqué comprar todas las herramientas. Entre más entiende uno sobre sonido, sobre música, sobre edición, nos damos cuenta que no es la cantidad de cosas que uno mueve o la cantidad de procesos que pone. Al contrario, es la cantidad de procesos que uno evita. Es decir, grabar bien y procesar de manera correcta. Entre más natural sea el proceso más natural será el resultado. Es importante que el espectador compre como real lo que sea que esté viendo, ya sea una escena alienígena o lo que sea. Que lo perciba como realidad y se crea lo que está pasando

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