Entre la ceguera y el deseo de escribir, Roberto, un anciano viudo, enfrenta sus propias limitaciones físicas, en una intensa necesidad por escribir sus memorias.
Una noche, Roberto se despierta adolorido y ansioso. Agotado de pasar tanto tiempo acostado en su sofá, en un cuarto desordenado e inhóspito , pero lleno de libros que alguna vez leyó, se orienta entre los muebles y a pesar de su ceguera, se dispone a cruzar el cuarto hasta su mesa, donde escribe habitualmente. Sin embargo, pronto comienza a escuchar su alter ego, un ser intimidante y opresor que le ordena vover a la cama, escribir en su estado, es una locura. Su alter ego menosprecia sus esfuerzos, le recuerda que él está abandonado y nadie de su familia va a leer lo que escriba.
Roberto, quien perdió a su esposa hace muchos años, aún siente su presencia en la máquina de coser que yace junto a su mesa. Enfrentando a su alter ego, Roberto le manifiesta que, aunque existan escritores más talentosos, él desea escribir porque su esposa estaría orgullosa de él. Durante su vida, no hizo muchas cosas a tiempo, y ahora, en su enfermedad, prefiere enfrentar las alucinaciones, no hacer caso y escribir a su esposa fallecida.